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UN JARDÍN SEGURO Y DIVERTIDO PARA TUS HIJOS

Si tienes un jardín en el que juegan habitualmente tus hijos seguro que te habrás planteado cómo puedes hacer para que lo disfruten lo máximo posible, se diviertan, y a la vez se despierte su amor por la Naturaleza. También si habrá algo peligroso en él para ellos. Los niños y los bebés son exploradores del mundo que les rodea, curiosos y aventureros, y si son muy pequeños tienden a llevarse a la boca todo lo que cae en su mano. Desgraciadamente no todas las plantas son inofensivas, por lo que debemos tener cuidado y saber identificar las especies potencialmente peligrosas para convertir nuestro jardín en un lugar seguro para ellos.

Hoy te voy a contar las especies que debemos evitar en un jardín, para que su salud no se ponga en peligro, y también cómo aumentar el amor de los niños por la Naturaleza a través de especies divertidas con las que se puede interactuar.

TOXICIDAD DE LAS PLANTAS: FITOTOXICIDAD

Es habitual encontrar en las urgencias pediátricas consultas por intoxicación con plantas domésticas, y suele producirse por vía digestiva al tragar o morder las hojas, tallos, flores, semillas o frutos, o por contacto con la savia. La toxicidad puede ser local y evidenciarse con síntomas como irritaciones o inflamación de las mucosas, o bien sistémica o generalizada, con consecuencias más graves, como daño renal, diarrea, parálisis, ahogo, calambres e incluso la muerte y es debido a principios activos tóxicos como alcaloides, glucósidos, resinas, toxoalbúminas, oxalatos, etc presentes en las plantas.

ESPECIES QUE SE DEBEN EVITAR

Te dejo un listado con las especies más habituales, seguro que las conoces todas, que deben evitarse en un jardín con niños, para que estén protegidos y seguros:

Adelfa (Nerium oleander): esta especie está incluso prohibida en algunos países pues es sumamente tóxica toda ella, tanto sus flores, tallos, hojas o frutos. Si se ingiere su sabia puede llegar a producir desde convulsiones hasta un paro cardíaco.

Hiedra (Hedera hélix): sus hojas pueden provocar irritaciones y deramtitis, pero con quien hay que extremar el cuidado es con los frutos, pues si se ingieren producen náuseas, vómitos, diarreas, disnea, excitación, convulsiones y coma.

Hortensia (Hydrangea sp.):  portadora de un compuesto llamado hidragina, cuyos efectos son similares a los del cianuro. Una pequeña dosis puede causar vómitos y fuertes dolores de estómago, pero cantidades mayores pueden llevar a paros cardíacos y la muerte.

Glicinia (Wisteria sinensis): de esta trepadora, espectacular por sus racimos de flores colgantes, resultan peligrosos tanto sus frutos en forma de vaina como las semillas que contienen. Si se tragan provocan dolor abdominal, vómitos y mareos.

Ligustrum vulgare (aligustre): esta especie, ampliamente usada como seto en parques y jardines, conviene vigilar sus frutos, unas bayas negras que seguro recones, y que contiene un par de semillas tóxicas pues contienen un compuesto llamado ligustrina responsable de casos fatales de intoxicación por ingesta. Los síntomas consisten en somnolencia, incoordinación de movimiento, vómitos y diarrea.

Ilex aquifolium (acebo): este arbusto resulta interesante para explicarle a los niños algunos tipos de defensa que desarrollan las plantas, pues presenta hojas bajas pinchudas para evitar ser comidas por animales y hojas sin pinchos en las partes aéreas, donde los animales no llegan. Debido a sus frutos, unas bayas rojas muy vistosas en otoño y a principios del invierno, son muy usados para decorar los hoagres en Navidad. Pero hay que tener cuidado de que los niños no las ingieran pues produce alteraciones gastrointestinales, sobre todo diarrea.

Ricino (Ricinus communis): de esta planta es peligrosa su semilla, pues provoca diarrea, vómitos e hipotensión en un primer momento y puede alterar la síntesis de proteínas de la célula. Mucho cuidado con esta especie pues la ingesta de tan solo dos semillas pueden causar graves daños a un niño, ocho semillas pueden causar la muerte de un adulto por lo que ha sido empleada con fines criminales.

Belladona (Atropa belladonna): muy extendida en nuestro clima mediterráneo.  Su peligrosidad se encuentra en sus tallos, hojas y raíces, siendo sus bayas el elemento más peligroso porque solo con la ingesta de diez frutos pueden causar la muerte.

Tejo (Taxus baccata): el tejo es un arbusto que aparece en numerosas zonas silvestres y por su valor ornamental es ampliamente utilizado en jardinería. Sin embrago hay que saber que todas las partes del árbol contienen una sustancia tóxica llamada taxina, de efecto cardiotóxico capaz de producir parálisis en el corazón en dosis elevadas.

Si quieres conocer el listado completo de especies cuya venta queda prohibida, ¡ojo! con fines de consumo y no ornamental, debido a su toxicidad puedes consultar la ORDEN SCO/190/2004 publicada en el BOE con fecha 28 de enero: https://www.boe.es/eli/es/o/2004/01/28/sco190ç

UN JARDÍN ENTRETENIDO Y SALUDABLE

Pero en contrapartida tenemos también una serie de especies totalmente recomendables para niños que son ideales para plantar en un jardín especialmente pensado para ellos. Se divertirán trabajando de jardineros, ya sea sembrando, recolectando o podando, y sin darse cuenta aprenderán a ser observadores, cuidadosos y tener paciencia. Aprenderán el sentido de la responsabilidad pues deben cuidar y atender a un ser vivo, y éste les responderá desarrollándose adecuadamente, brotando, floreciendo y dando frutos. Si les guiamos un poco diferenciarán los tonos de las hojas y sus matices, no solo son verdes, sino amarillos e incluso azules, las texturas y sensaciones que transmiten y el ciclo desde la germinación hasta la polinización y fructificación.

Madroño (Arbutus unedo): esta especie es especial por los frutos que produce, muy abundantes y llamativos que pasan del amarillo al naranja y luego al rojo, siendo una planta muy atractiva y simpática. Su nombre “unedo” hace referencia a “solo uno” pues los frutos maduros fermentan en el árbol produciendo alcohol, por lo que comidos en abundancia puede producir cierta embriaguez, hasta se dice que los osos que abusan de comer madroños ¡se emborrachan y caminan haciendo eses!

Fresita (Fragaria vesca): es una especie estolonífera que se reproduce muy fácilmente, pegada al suelo. Las flores, blancas, son abundantes y excelentes para explicarles a los niños el proceso de transformación de la flor en fruto; además, pueden ver fácilmente cómo van creciendo las diminutas fresitas y madurando, cambiando de color mientras crecen desde al amarillo hasta el rojo. Su recolección debe hacerse con cuidado para no estropearlas, por lo que potenciará la delicadeza de los niños.

 Níspero (Mespilus germánica): este árbol mediterráneo de fácil mantenimiento es imprescindible en un jardín. Lo primero a destacar es el aroma de sus flores, es un olor a limpio como a jabón antiguo, luego la cantidad de mariposas y abejas que atraen y que acuden a ellas sin poder resistirse a este olor, por último los frutos, tan delicados y apreciados. El fruto soporta mal la cadena de transporte, por lo que encontrar un níspero de calidad en fruterías es prácticamente imposible; sin embrago, coger algunos nísperos maduros del árbol y comerlos en familia es un lujo que, si tienes jardín, no deberías perderte.

Menta (Mentha piperita): su cuidado es tan fácil y su olor tan característico que la hacen perfecta para un jardín de niños. Sus hojas se pueden recolectar y usar en infusiones para calmar el estómago y aplicada sobre la piel calma picaduras y rozaduras. Y en los mojitos para mayores ¡también se agradecen!

Romero (Rosmarinus officinalis): es una especie estupenda porque florece también en invierno, para que no lo olvides acuérdate de la letra del villancico clásico “la Virgen lava pañales, y los tiende en el romero, los pajarillos cantando, el romero floreciendo”. Además podemos hacer con sus hojas alcohol de romero para aplicarles cuando tengan algún dolor muscular o golpe.

También es interesante incluir algunas especies bulbosas como narcisos, jacintos, muscari o lilios para que los niños los entierren en el jardín en otoño y vean cómo en primavera aparecen los tallos y flores de la tierra como por arte de magia. Les podemos enseñar que el bulbo espera las condiciones  más favorables para desarrollarse y que las plantas, como seres vivos, se relacionan con el ambiente que las rodea, por eso debemos cuidarlas, pensar en ellas y respetarlas.

Espero que este artículo te haya ayudado a conocer e identificar algunas especies presentes en nuestros jardines, enfocadas hacia los más pequeños, y que te ayuden a enseñarles el respeto y amor a la Naturaleza, que es uno de los mayores valores que podemos (y debemos) transmitir a nuestros hijos. Y si necesitas algo de ayuda en tu jardín no dudes en contactar conmigo en porfinjardin.com

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